martes, 4 de marzo de 2014

Tira tu "curriculum vitae" a la basura.

En el último programa de "Jóvenes 4.0", un programa de radio de Espacio 4 FM, una emisora co-liderada por chavales de 18 años, que tiene su sede en Rivas-Vaciamadrid, hablamos sobre el currículo. 

De acuerdo con la Wikipedia el "Curriculum vitae", término de origen latino que significa la carrera de la vida, es el conjunto de experiencias personales, educacionales y laborales de una persona... y hasta ahora servía para encontrar trabajo. 

Si tenías un “buen currículo” era posible “colocarse” y “conseguir” (como si estuvieras jugando a la lotería), un empleo fijo en una empresa; la empresa, por su parte, te iba asegurar una carrera profesional, poder comprarte “el” coche, “el” piso y disfrutar de 15 días de vacaciones en agosto con la familia y ya, en las postrimerías de tu vida profesional, una pensión de jubilación para pasar tus lunes al sol en Benidorm.  

Si eras afortunado/a y ponías todo tu empeño (-vamos que te lo currabas un poco-) podías, como digo, "hacer carrera" dentro de la empresa, una empresa que te “cuidaba” con la diligencia de un buen padre de familia...Tú le dabas tu tiempo y parte de tu vida y a cambio ella te daba un salario y te prometía un intangible llamado "seguridad laboral". Lograr un empleo era el comienzo de largo viaje que podía discurrir por una carretera recta, sin curvas y sin atajos, un recorrido hacia el progreso que podía estar jalonado de ascensos y de laureles. 

Sin embargo ya casi nada es como antes. Las empresas ya no pueden ofrecernos "seguridad económica” y si esta seguridad está en entredicho, la dicotomía entre roles profesionales (empleado versus trabajador autonómo) es, cada vez, más impostada y -como dice Borja Vilaseca- podemos elegir entre la incertidumbre del empleado y la incertidumbre del emprendedor.

Ahora la seguridad laboral reside en nuestra propia empleabilidad, esto es, en nuestra capacidad de ser empleables cada vez más rápido, en nuestro "patrimonio" de recursos personales y sociales para poder encontrar/crear, cada vez más rápido, nuestro propio trabajo;en nuestra propia capacidad, en fin, de aportar continuamente valor en el mercado.


Entonces yo aquí diría: "tira tu currículo a la basura". 

Diría que hay un modelo de currículo que ha quedado obsoleto: el currículo como una foto fija de nuestro perfil profesional. Hoy necesitamos un formato en el que podamos ir mostrando todo lo que hemos hecho pero, sobre todo, todo LO QUE ESTAMOS HACIENDO para mostrar nuestro potencial y el valor añadido que podemos aportar a terceros: las personas/contactos que conocemos, las redes en las que participamos, lo que escribimos, las causas en las que estamos implicados, las experiencias que hemos tenido y que nos han ayudado a madurar, nuestra capacidad de comunicarnos y de expresarnos...
Todo eso forma parte ya de nuestro “nuevo currículo”. Ser capaces de organizar una fiesta puede ser parte de tu currículo, si lo que estás buscando es ser Relaciones Públicas en una Discoteca. Ser un crack de “apalabrados” o tener 2.000 seguidores en Twitter también es parte de tu currículo. 
El currículo clásico era una especie de contenedor en el que recopilábamos información fundamentalmente del pasado para mostrar todo lo que hicimos. Era difícil mantenerlo actualizado y más difícil aún “tunearlo” para tal o cual empresa; ponerlo en circulación era algo así como cruzar los dedos y encomendarnos a la diosa fortuna. 
Ahora necesitamos ser más "proactivos" sobre nuestra carrera profesional y elegir nuestro propio camino de éxito. Es hora de preguntarnos, no si les gustará nuestro currículo (-y, por tanto, poner el acento en lo que sabemos hacer-), sino preguntarnos qué problema somos capaces de resolver a las empresas con las que queremos trabajar (nuestros"clientes") poniendo en práctica nuestro talento y lo que nos gusta hacer.  
En este nuevo paradigma laboral toca elegir y tomar las riendas. Decidir qué, cómo y cuando. Qué quieres hacer. Cómo lo quieres hacer y cuándo. Pero es difícil cambiar el paso porque lo normal hasta ahora era “esperar” a ser elegido.... 
Hoy, con la web 2.0 todo resulta más fácil (o se complican más las cosas, -según se mire-), nos permite contar en tiempo real todo lo que hacemos e ilustrarlo con imágenes, vídeos, textos, etc. Nos permite comunicar quiénes somos y nuestra propuesta de valor a más gente y a la gente que nos interesa.
Cuando dejamos nuestro currículo en un supermercado no sabemos qué está pensando la persona que lo lee, -si es que lo lee alguien-. La web 2.0 nos ayuda a controlar cómo vamos a ser percibidos. 

En esta película protagonizada por Sidney Poitier, "Rebelión en las aulas" es justamente lo que dice el profesor: podemos controlar cómo vamos a ser percibidos. 


Hasta la fecha sólo sabíamos si les habíamos gustado si nos llamaban para una entrevista. Esta ausencia de "feed-back" en general también nos pasa cuando nos limitamos a "subir" nuestro currículo a alguna de las plataformas de empleo que existen. En estos casos, carecemos de información sobre cómo nos están evaluando en el proceso de selección. Esto nos lleva a que nuestro papel en este tipo de búsquedas sea absolutamente reactivo. Si me llaman voy, pero, ¿y si no me llaman?, ¿cuál es el siguiente paso?. Creo que la clave está en hacer que te encuentren porque, como dice Alfonso Alcántara, nadie puede echarte de tu blog. 
El currículo que necesitamos hoy es, por tanto, más flexible, ha de comunicar nuestra propuesta de valor (entender lo que necesitan nuestros "clientes") y lo que nos diferencia. El currículo que utilicemos, aunque parezca una perogrullada, será aquél que nos sirva para conseguir lo que buscamos en cada caso. Este currículo es más complejo porque no se resume en un hojita de papel y tampoco adopta un sólo formato. Nuestro currículo hoy son muchos. 
Por ejemplo, a veces lo que me conviene es remitirle alguien mi perfil en “About me”, que es una especie de tarjeta de presentación con enlaces a mis cuentas en las redes sociales. Otras veces necesito algo mucho más breve y conciso que una tarjeta de visita: los 140 caracteres de un "tweet".


Enrique Dans“Algunos todavía piensan que el CV es algo que se escribe, se imprime y se manda por carta. NO, tu CV está en la red y quien quiera contratarte o quien quiera pensar en ti para una oportunidad profesional de algún tipo se va a meter en la red y mirar qué has hecho, sobre qué has escrito, ¿dónde está esa marca?, en la red. Ésta es la inversión que realmente vale la pena hacer”. 

Nos vemos en el próximo Programa de "Jóvenes 4.0" donde hablaremos precisamente sobre esto, sobre la marca personal. ¡No te lo pierdas!.
Aprovecho la ocasión para recomendaros el curso de la Fundación UNED sobre la Marca Personal y la Web 2.0 porque he participado como alumna y, realmente, he aprendido mucho.

En este vídeo te lo contamos todo:



Si os gusta el cine, dos recomendaciones: 

"Revolutionary Road’, de Sam Mendes. Leonardo DiCaprio interpreta a un hombre que no cree en su trabajo, sin embargo su miedo le impide iniciar un proceso de reinvención profesional.





"Los lunes al sol", una película visionaria de Fernando León de Aranoa.